Mirella aún es joven y muy apuesta, proyecta gracia y una imagen fresca, tiene una peculiar personalidad que atrae incluso de manera inexplicable a muchos pretendientes con intenciones de cazar.
Mirella se queja de su suerte, es mucho lo que ha intentado salir del barrio, procurando un amor virtual de otra nacionalidad, pero Mirella no cambia el modus operandi, y mucho menos piensa en realizar pequeños cambios en su pensar, en su actuar, en su hábitos.
Si le prestas tu casa de verano intacta, posiblemente te la regrese desfavorablemente irreconocible y en su estadía perturbe el ambiente de la cuadra.
Pues Mirella tiene corta la consciencia, no conoce mucho de principios y aunque sabe poco de educación, la falta de consciencia y de vergüenza no la deja considerar su importancia.
A Mirella le fascina lo Free, y donde disponga de un aporte aunque sea ínfimo, calculará sacarle el juguito a la oportunidad.
Mirella tiene aire de doncella, de princesa, de Reyna. En su pensar, ella lo merece todo, pero compró su bachiller, ella ignora la realidad.
Ella ignora que en la vida real, no es prescindible un título, pero requiere comportamientos con ciertas habilidades peculiares, inteligencia emocional, financiera y mental.
Pero ella carece incluso de persistencia, de tolerancia y paciencia.
Mirella es muy sensible según su actuar, lo entrega todo y un poco más, a cambio de fantasías con duendes y carrozas.
Siempre ingenua y habilidosa, ventajosa y vanidosa.
Mirella es bella, es nice, es cool, solo algo aérea e irreal.
La más deseada, la más bella, la mejor tratada, la menos amada, la más desafortunada.
Esa es Mirella, ya pronto no será tan joven, ni tan bella.
Todos en algún momento de nuestra vida conoceremos una Mirella e incluso adoptaremos parte de sus cualidades.
Lo importante de conocer a Mirella es llegar a una valiosa conclusión.
Lo que menos deseo en la vida es ser ni mínimamente como ella.
